¿Quieres actuar? ¿Por qué hacer Teatro?

"Valiente y bella paliza" Teatro de la Puerta Estrecha

Más allá de que quieras dedicarte profesionalmente a esto del Teatro y las Artes Escénicas, está demostrado que el juego, el entrenamiento y la práctica de estas disciplinas te aporta múltiples beneficios. Aquí van 10 razones por las que deberías hacer teatro:

 

 

1. Te conectas con tu cuerpo

 

El entrenamiento físico actoral hará que conozcas más tu cuerpo, te hará consciente de como te mueves, como es tu lenguaje gestual no verbal. El hacerte consciente de tu propio cuerpo y su movimiento, desarrollar este sentido de propiocepción, hará que puedas manejar tu forma de expresarte y poder modificarla desde un punto de vista físico, ya sea para construir personajes, para hablar en público, para tu vida cotidiana, para lo que quieras.

 

2. Te conectas con tu voz

 

Mejorarás la dicción, conocerás tu aparato vocal, tu tono y timbre, entrenarás y ampliaras tu rango tonal, aprenderás a utilizar los resonadores naturales del cuerpo para proyectar la voz. Aprenderás a manejar tu voz para utilizarla como una herramienta más de expresión para lo que estimes oportuno.

 

3. Mejoras la inteligencia emocional

 

Realizarás un entrenamiento que te lleva al autoconocimiento emocional. Te harás consciente de como influye el estado de ánimo en tus acciones y en las decisiones que tomas. Esto va ligado al entrenamiento del autocontrol emocional, conocerás cómo funcionan las dinámicas de las emociones, cuales son sus disparadores y como se expresan, esto te ayudará a manejarlas e invocarlas cuando las necesitas o gestionarlas y que no te arrastren cuando tu no quieras.

 

4. Te conviertes en una persona empática y con más habilidades sociales

 

Todo lo anterior está relacionado con esto. Cuando has entrenado cómo expresarte, manejas tu cuerpo y tu voz y conoces cuales son las formas de expresión de múltiples estados emocionales, entonces eres capaz de detectarlos en los demás. Esto nos ayuda a establecer vínculos y a tener relaciones interpersonales más estrechas, más cercanas. Las relaciones interpersonales que se generan en los grupos de entrenamiento actoral suelen ser muy intensas y muchas de ellas para toda la vida.

 

5. Mejoras tu cerebro y los razonamientos abstractos

 

En el entrenamiento teatral desarrollas mucho la imaginación. Jugamos con lo que podemos intuir pero no ver, lo que incrementa la sensibilidad hacia lo conceptual. Esto predispone al cerebro a comprender los razonamientos abstractos que se emplean en el aprendizaje de las ciencias formales, es decir, las que trabajan con objetos creados por el ser humano y que se producen solo en su mente, como por ejemplo los números. Vamos, que te predispone a ser mejor hasta en matemáticas.

 

6. Mejoras tu memoria, tu capacidad de atención y concentración

 

En el Teatro muchas veces toca estudiar textos, memorizar físicamente partituras de movimiento o partituras emocionales por las que tenemos que viajar. Esto hace que tus neuronas se pongan a trabajar como si no hubiese un mañana. Al mismo tiempo que tienes que estar en ti y en lo tuyo, has de estar también, al mismo tiempo, con las otras personas con las que juegas en escena, y también al mismo tiempo con las relaciones espaciales que se establecen entre estas personas y los objetos de la escena. Esto hace que tu capacidad de concentración, atención y disociación mejore muchísimo según avanzas en el entrenamiento actoral.

 

7. Mejoras tu capacidad de análisis de situaciones

 

Cuando tienes que trabajar sobre una escena has de analizar muchas cosas para saber a qué tienes jugar. ¿Por qué y para qué está en escena mi personaje? ¿Qué acontecimientos le han llevado a estar en esta situación? ¿Qué circunstancias del entorno ayudan o impiden a mi personaje cumplir con su objetivo en la escena? ¿Qué rol debe asumir mi personaje con respecto a los otros? ¿Qué estrategias puedo desarrollar para cumplir con mi tarea? ¿Qué tipos de relación tengo con los otros personajes? ¿Cómo se ve mi personaje a si mismo? ¿Cómo ven los demás personajes a mi personaje? Con análisis previos y análisis activos durante el juego iremos encontrando posibles respuestas a estas y otras preguntas que tenemos que hacernos para poder jugar las escenas a fondo. Es también un entrenamiento para la vida, en la que tienes que enfrentarte a diferentes “escenas” y tomar decisiones respondiendo muchas veces a las preguntas anteriores.

 

8. Aprendes a exponerte y arriesgarte

 

Al principio lo de exponerte en los juegos de improvisación cuesta. El Teatro nos somete a una exposición grande y constante. Es una sensación de vértigo, de sentir que te van a juzgar muy dura. El peor juez de uno es uno mismo. Gracias a todo el entrenamiento y al conocimiento que vas adquiriendo de ti, vas ganando en seguridad y poco a poco dejas de juzgarte y te dedicas a JUGAR y no a juzgar. En el fondo el Teatro es un juego con códigos, reglas y técnicas. Cuando poco a poco las vas dominando te vas soltando más y más en el JUEGO. Llega un día en que dejas de juzgarte y te dedicas a jugar y a crear. Habrás ganado en autoestima y en seguridad.

 

9. Aprendes a manejar la frustración y a ser constante

 

En el Teatro los resultados no son inmediatos. Montar una pieza teatral o de Artes Escénicas suelen ser meses de trabajo intenso en los que durante los ensayos se generan muchos posibles materiales escénicos. La mayoría serán desechados o habrán sido el paso previo a otros nuevos materiales hasta que se va llegando a la forma definitiva que va tomando la Creación. En el camino hay días muy frustrantes. Días en los que te vas a casa pensando en que no has avanzado nada y con ganas de dejarlo o de llorar abrazando la almohada. Otros días saldrás exultante del ensayo por los hallazgos escénicos encontrados. En muchas ocasiones los ensayos frustrantes son el germen de los hallazgos. Con el aprendizaje de la técnica y del juego teatral pasa un poco lo mismo. No es algo que adquieras de un día para otro. Hay temas o materias que se te darán mejor, para las que tendrás “talento” y otras en las que tendrás que picar mucha piedra. Y no basta con comprender la técnica, hay que experimentarla y entrenarla hasta dominarla. Yo comprendo como se hace un doble mortal hacia atrás, pero nunca lo he entrenado, como intente hacerlo saltándome los pasos previos es posible que acabe en urgencias. El entrenamiento del juego teatral nos enseña a manejar la frustración y a ser constantes para alcanzar los objetivos.

 

10. Serás una persona más culta y más sensible

 

En el Teatro y las Artes Escénicas en general confluyen todas las demás Artes. En cualquier trabajo escénico hay que tener en cuenta: El espacio sonoro, el diseño de luz, el diseño de vestuario y el diseño de escenografía, y cada vez más el diseño de materiales audiovisuales y la incorporación de nuevas tecnologías. Para muchos ensayos de piezas teatrales hacemos acopio de materiales que nos inspiran y que de una u otra forma le encontramos relación con la temática de la pieza que estemos trabajando o la creación que estemos desarrollando. Estos materiales suelen venir de la Pintura, de la Literatura, de la Poesía, del Cine, de la Música, de la Escultura, de la Arquitectura, de la Moda, del Videoarte o de las Nuevas Tecnologías. Esto no quiere decir que esos materiales vayan a aparecer en nuestra creación cuando la estrenemos, que en la mayoría de los casos no, pero nos habrán servido de apoyo y disparadero. A la vez, cuanto más nos imbuimos de otras artes, más sensibilidad desarrollamos. Como dice este encabezamiento, te volverás una persona más culta y sensible.

 

Haz Teatro, (te) harás bien.


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